Cádiz se centra en un congreso de la lengua que rescata el mestizaje y la lengua que se forja en la calle
Corresponsal en Cádiz: Da. Ana Cerrud, periodista y especialista en comunicación estratégica y diplomacia pública
En Cádiz, puerta natural e histórica de España hacia América, dio inicio hoy el IX Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), dedicado en esta edición al mestizaje y la interculturalidad, su historia y futuro, temas en los que Panamá aporta referencias con una participación al más alto nivel.
Los reyes de España, Felipe II y Letizia, y el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, encabezaron la sesión inaugural, en la que el escritor nicaragüense Sergio Ramírez puso el tono indigenista, como educador intercultural bilingüe y miembro de la comisión gestora de la Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas «Amawtay Wasi», de Quito, Ecuador.
El poder autoritario se revela contra el escritor y su imaginación, libres por naturaleza, declaró Ramírez, que enhebró la tiranía en su Nicaragua natal desde Pedrarias Dávila hasta la actualidad, «siempre otra y siempre la misma», sentenció.
En la inauguración solemne del encuentro hispánico bianual intervinieron además el director de la Real Academia de la Lengua (RAE) y presidente de Asociación de Academias de la Lengua (ASALE), Santiago Muñoz Machado, y Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, que desde hace 30 años promueve la enseñanza, el estudio y el uso del español, contribuyendo a la difusión mundial de las culturas hispánicas.
Las escritoras españolas Soledad Puértolas y Elvira Lindo completaron con sendas intervenciones el programa inaugural del IX CILE, que se celebró en el Gran Teatro Falla de la capital gaditana, la primera hablando sobre la plasticidad del castellano, evidente tanto en Cádiz como en el otro lado del Atlántico, “contaminadas” ambas orillas por vocablos que llegaron en barco; y la segunda, destacando el valor del mestizaje, también el de la lengua, como fundamental elemento unificador de la nueva sociedad.
El presidente de la Academia Panameña de la Lengua y actual ministro del Canal Aristides Royo, asiste al encuentro, acompañado por Irina de Ardila, académica y directora del Centro Acreditado por el Instituto Cervantes de la Universidad de Panamá, y Bernal Castillo, antropólogo y director de la Oficina de los Pueblos Indígenas de la Universidad de Panamá (OPINUP).
«Panamá tiene que estar y participar activamente en todos los espacios donde se deciden políticas culturales comunes a nuestros pueblos hispanoamericanos y más si, como en este caso, son garantía de comunicación, colaboración y buen entendimiento», dijo Royo sobre la importancia del Congreso, que en 2013 se celebró en Panamá.
Para el académico panameño, «hablar bien debe ser la preocupación de todos los países que compartimos un código de comunicación. Si nos entendemos bien a través de la lengua, nos entenderemos mejor en el trabajo, los espacios públicos y privados y en la política», añadió.
El encuentro académico se desarrollará hasta el próximo jueves 30 de marzo, tras cuatro días de intenso debate que terminará con conclusiones y recomendaciones.
La próxima cita de la lengua española, hablada por 500 millones de personas e idioma oficial en veinte naciones, será en 2025 en Arequipa, Perú, país que cedió este año la sede a Cádiz por sus dificultades internas.
El alcalde de la ciudad, José María González, al dar la bienvenida a los participantes al CILE, recordó la vocación americana de su ciudad, mirando al mar por el que se llegó al nuevo mundo y del, apuntó, todavía se escuchan sus voces y acentos.
La ciudad, una de las más visitadas de España, se ha volcado en su apoyo al Congreso, promoviendo palabras propias y ajenas, por curiosas y
originales, desde sus balcones, a modo de saludo a los más de 600 participantes que se dedican al estudio y divulgación del castellano en los cinco continentes.
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