‘Orbis Tertius’ para el idioma español
La Prensa | Opinión | La Voz de la Academia | 22 de septiembre de 2022
Por Marisa Montesano de Talavera
Nuestro idioma es apreciado en el mundo y vemos cómo cada día más hablantes se suman al uso del español. Y Borges cumplió su tarea al transmitir “la música del español” a través de sus poemas, de su literatura, que será referente eterno de nuestro idioma español; del español de los americanos hablantes. Como tendrá que ser referente del español panameño Rogelio Sinán, quien escribió la “música del español” nuestro, desde sus “poemas del alma”.
Español, nuestro idioma; ese que usamos para comunicarnos, para expresar nuestro amor o nuestras ideas. Desde el cual se ha levantado para Cervantes el monumento literario más grande de esta lengua; y desde el mismo lenguaje que los americanos adoptamos de los españoles, deberíamos levantar otro para el Argentino de El Aleph; porque él decidió escribir su obra en español a pesar de haber sido profesor de literatura inglesa. Para Borges, “el lenguaje es una creación estética”, porque ponemos nuestros sentimientos en el sentido y significado que damos a las palabras. Y, es porque esto ocurre en nuestra lengua materna, en la que debemos formar nuestro pensamiento; con la que aprendemos ciencias, matemática o historia.
Y no tenemos que hacer diferencias o cuestionar a quién pertenece el idioma español, porque somos muchos pueblos con nuestras propias singularidades que tenemos esa conexión. Tan diversos y tan similares, como decía Miguel de Unamuno: “la heterogeneidad nos define…” O, como nos dijera Borges de sentir la poesía, sintamos el idioma, que sin duda contiene nuestros sentimientos más profundos y sinceros.
Podemos aprender otras lenguas, pero no desamparemos la propia, porque con ella aprendemos a pensar, a ser, a hacer y a convivir. Sigamos protegiéndola y expresando con ella nuestras ideas, nuestros sentimientos y el resultado de nuestras investigaciones. Porque la ciencia americana también tiene mucho que aportar a la sociedad. Porque podemos hacer que los mejores estudios se publiquen en revistas en español; así se cotizarán y ubicarán entre las de más alto impacto. Así, como los representantes de nuestra literatura consolidan nuestra historia y nuestra identidad desde sus escritos y narraciones, debemos conseguir que quienes hacen ciencia, lo hagan también con más fuerza. Quizás convirtiendo de esta manera al español, en otro de los lenguajes en el que se divulga el conocimiento científico de los hispanohablantes para el resto del mundo. Y creamos nuestro orbis tertius, nuestro universo de ciencia real y no fantástica, sino productiva para el resto de los seres humanos.
La autora es consultora en temas de educación científica, educación y desarrollo humano.
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