¿Por qué desnutridos?
La Prensa | Opinión | Voces de la Academia | 27 de abril de 2024
Por Jorge Sarsaneda del Cid
Un amigo, lector empedernido y persona inteligente, me preguntó hace poco que por qué los ngäbe estaban desnutridos si tenían tantos alimentos propios y naturales que les podían ayudar. Buena pregunta. Es la parte terrorífica del problema. Yo también me lo he preguntado y adelanto algunas “explicaciones”.
Cuando vemos que el tepejilote (acá los ngäbe le decimos ñürün y los campesinos le dicen bodá) es una planta muy alimenticia además de muy apreciada por los indígenas mexicanos y los de Guatemala (ahí le dicen pacaya), uno pregunta por qué casi no se conoce en Panamá. No sé la razón, probablemente es que no se ha reproducido por otros lugares más que en alguna zona comarcal, puede ser que sea consumido sin dejar que surjan las semillas. Algunos ngäbe dicen que “eso no se siembra, es silvestre”.
Otra razón de la escasez podría ser que el agua es cada vez más escasa: el daba (pifá) necesita mucha humedad, lo mismo que las jirakas, como el berro o el otoe, por ejemplo, también la necesita el ñürün. Si hay menos agua, hay menos árboles, hay menos fertilidad, ambiente más difícil para producir…
Por si fuera poco, los productos tan alimenticios de los que hemos hablado (ver artículo “¿Qué comemos en la Comarca?”-La Prensa, 040324) han resultado con plagas en los últimos años (el pifá, el cacao, el guandú, el plátano, y otros), con lo cual disminuye la producción y consumo.
Muchos dicen que la tierra no produce “como antes”. Es cierto, la presión demográfica sobre la tierra es cada vez mayor y como la calidad de la tierra en la Comarca Ngäbe-Bugle es, por lo general, mala, no sirve para siembros, ya no soporta tanta población. Antes producía más porque “descansaba”, pero ahora…
Otra razón posible de la escasa producción -me decía un sukia- es que el conocimiento sobre estos alimentos se ha ido perdiendo. En las escuelas no se enseña, en las casas se enseña poco, en la práctica tampoco se muestra.
Entonces, la pregunta de siempre: ¿Qué hacer?
En primer lugar, tenemos un conocimiento acumulado, de siglos, que nos puede servir. Si ha pasado de padres a hijos, puede pasar a nietos. En vez de estar comprando leche en polvo, dizque de “fórmula”, “especial para infantes”, habría que producir y consumir más el gwa münün, kwi münün, mren kugwon, jirakas, todos productos ricos en calcio para el crecimiento. Esto sería trabajo de casa, con hijos y nietos.
Pero la escuela debe cumplir su papel: recuperar la inmensa riqueza de productos ricos en proteínas, minerales, calcio, etc, y transmitirla a los estudiantes, fomentar su siembra, sembrar en la misma escuela. Promover el no consumo de bebidas ricas en azúcar y, en vez de eso, comer frutas. Echar a la basura, incluso prohibir, la comida chatarra y fomentar el consumo de pifá, cacao, guanábana, guabo, mamey, caimito, fruta pan, jobo, nance, sapote, papaya, guayaba, naranja, toronja, limón, marañón, mango, aguacate…
Pero -aunque parezca misión imposible- los gobiernos tienen que hacer su trabajo (Mida, Idiap, MiAmbiente, Senacyt): investigar cómo, dónde, cuándo, con qué medios, se podría impulsar la siembra de estos alimentos propios y ricos en nutrientes; promover cooperativas de producción de ñürün, de daba (pifá), de jirakas; promover lugares de riego para que haya más producción propia para las comunidades, para los mercados, incluso para la exportación. ¿Por qué Costa Rica nos vende pejibaye (pifá) y palmito (corazón del pifá) en lata y nosotros no podemos hacerlo?
El Idiap ha tenido una iniciativa con el ñürün o tepejilote (aunque todo el tiempo le llama “bodá”), para una investigación (más o menos en 2014). También hay una tesis en la Unachi (Ayala, 2016) sobre conservación del ñürün o tepejilote. Son pasitos y, mientras tanto, la gente sigue con hambre y muriendo… Con la universidad indígena ojalá haya más iniciativas alrededor del tema…
El autor es investigador y académico.
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