Usos curiosos de algunos verbos
La Prensa | Opinión | La Voz de la Academia | 27 de abril de 2023
Por Melquiades Villarreal Castillo
El verbo, tal y cual afirman los gramáticos, es la parte fundamental de la oración, porque indica acción. Por lo tanto, un verbo, per se, puede constituirse en una oración.
Sin embargo, existen verbos curiosos por sus significados y usos. A manera de ejemplo, cuando fui estudiante en Madrid, contraté un viaje en dos pagos: el primero abono (de abonar) que de acuerdo con el Diccionario de la lengua española significa: “dar una cantidad de dinero en concepto de pago por algo”; y, al segundo, lo llamé cancelación (de cancelar) lo cual causó una confusión, ya que empleé el verbo en su segunda acepción: “pagar una deuda”, aunque mi interlocutora utilizó la primera: “anular una cita, un billete, una cuenta bancaria”. Después de discutir un poco nos echamos a reír (tal vez hubiese sido suficiente que nos riéramos sin echarnos), puesto que el barullo surge del hecho de que empleamos dos significados diferentes para un solo verbo.
Viene a mi memoria (o sea, me acuerdo o me recuerdo) el caso del verbo contraer que, según el académico y escritor español, Javier Marías, solo admite ciertos complementos directos que captan mi atención: se contraen enfermedades, deudas y matrimonio, caso que se me antoja curioso.
Camaronear, según el aludido diccionario tiene varias acepciones, de las que me interesan: “pescar camarones” y “realizar trabajos ocasionales”. La oración Juan se fue a camaronear muy temprano es polisémica, debido a que posee notables diferencias interpretativas: algunos argumentaron que Juan se fue a pescar camarones en contraste con los que afirmaron que el sujeto se fue a trabajar que, de forma metafórica, en nuestro medio, significa partirse el lomo a cambio de un pago.
Como hijo de un matarife (persona que mata y descuartiza reses), que también era carnicero (persona que vende carne) escuché varias veces el uso del verbo realizar con las personas que hacía negocios en frases como: “le vendo una vaca para que la realice” o “realizaré un puerco el sábado”. Durante mucho tiempo, creí que el verbo se empleó de manera incorrecta, igual estiman otras personas a las que he consultado para quienes realizar, de acuerdo con el diccionario mencionado significa: “llevar a cabo algo o ejecutar una acción”, o “sentirse satisfecho por haber logrado algo a lo que se aspiraba”; pero pocos entienden el verbo como: “vender o convertir en dinero mercaderías u otros bienes”.
El Diccionario académico de americanismos define el verbo aliñar como: “matar y destazar… un animal, generalmente un cerdo o una vaca”, aunque una menor cantidad de hablantes entienden el verbo como “componer, adornar” y, agrego, arreglarse una persona. Gran preocupación, me causó cuando escuché la expresión: “María va a aliñar a sus hijos para la fiesta”, pues interpreté que los iba a destazar cuando ella solo los iba a arreglar. Hay verbos que no requieren complementos para lograr plena significación, por ejemplo: si yo como es obvio que lo que sigue es una comida, por lo tanto, es redundante anotarlo. No obstante, el idioma es tan interesante que hay casos en los cuales, como el anterior, estas oraciones se construyen con acusativo interno (el complemento directo se desprende del verbo empleado), por eso hay construcciones sintácticas como: cené una rica cena o desayuné un desayuno riquísimo.
Vámonos ahora al campo de la sinonimia: comer es sinónimo de desayunar, almorzar y cenar. Equivale a las tres comidas del día; pero prevalece una mayor relación entre comer y almorzar que la existente entre comer y desayunar o cenar, aunque en todos los casos la gente come.
El autor es docente y lexicógrafo.
Síguenos