La lectura comprensiva en la enseñanza del español
La Prensa | Opinión | La Voz de la Academia | 30 de septiembre de 2021
Por Irina de Ardila
La lectura comprensiva es el maravilloso acto por el cual accedemos al conocimiento y nos hacemos cargo “del valor y la significación”, como dice la Real Academia de nuestra lengua. Leer es, como define María Moliner, “entender e interpretar (…) los signos de un escrito”. Leer es un acto de inteligencia que se lleva a cabo entendiendo e interpretando. Pero la lectura no es solo una herramienta para obtener una información necesaria, sino que el acto de leer incide de forma indeleble en el desarrollo del razonamiento lingüístico verbal-lógico, así como en el desarrollo de las habilidades comunicativas y espaciales. Estas habilidades, aun en este mundo altamente tecnológico, son todavía indispensables para el ser humano social y cooperativo, desde los políticos a los hombres de negocios, pasando por los artistas, los profesores y los vendedores, el dominio del lenguaje verbal se convierte en un sine qua non.
Leer no solo enriquece nuestro vocabulario y amplia nuestros conocimientos de gramática, sino que conocer y reconocernos en los personajes de las obras literarias, cada uno con su lenguaje propio y distintivo, nos permite obtener de forma paulatina una mayor sensibilidad a las diferentes expresiones lingüísticas, aprendemos a valernos del humor, de la ironía, del sarcasmo, de los retruécanos y a apelar a los sentimientos. La lectura es, sin duda, una forma receptiva de la actividad verbal, pero también es un fenómeno de dos vías que abarca tanto el proceso de comprender como el producto, la comprensión propiamente dicha. Y la comprensión se basa, en gran medida, en dicho proceso de inferencia.
¿Cómo podemos, los que nos dedicamos a la enseñanza del español, lograr que nuestro estudiante o lector en formación pueda extraer con eficiencia la información de aquello que debe leer?
Es importante plantear objetivos en la lectura tales como la comprensión del vocabulario y la rapidez, pero no podemos olvidarnos de la comprensión y la interpretación precisa de aquello que se lee. Desde luego que se ha de procurar que los estudiantes aprendan el significado de muchas palabras, pero debemos recordar que la inferencia también se da a nivel de oración y de párrafo, y que todos estos objetivos están estrechamente interrelacionados.
Las estrategias de comprensión e interpretación deben venir dadas por el tipo de material que se ofrece como lectura, ya sean obras literarias o libros de texto, periódicos, revistas con artículos especializados, manuales, folletos, recetas, anuncios o catálogos. En cualquier caso, el profesor ha de entrenar al estudiante para que sea capaz de utilizar más adelante y por sí solo la estrategia de lectura apropiada en cada caso.
Existen diferentes tipos de lectura, pero los que yo sugiero son la lectura sintética, la lectura analítica, la lectura de familiarización, la lectura de información general y la lectura de búsqueda.
Cada una de ellas debe desarrollarse con un sistema de ejercicios adecuado para ampliar las habilidades de lectura a través de ejercicios elaborados de acuerdo con el nivel lingüístico de los estudiantes y que puedan facilitar las habilidades para comprender el material gramático-sintáctico.
Para la lectura de familiarización se les puede pedir que completen ideas de acuerdo con el contexto del texto que están leyendo, (se desarrolla así el mecanismo de anticipación); que lean palabras compuestas y las separen en las palabras que las forman o que traten de determinar el contenido del texto según el título y tratar (inferencia).
Para mejorar la lectura de información general opto por otro tipo de ejercicios, como por ejemplo, leer un texto durante un tiempo estipulado para decir la idea principal del mismo.
La lectura de búsqueda se mejora a través de estrategias como las de agrupar palabras por significados, por temas o por categorías gramaticales, buscar datos concretos o elementos determinados, como un adjetivo comparativo, etc.
Hoy la lectura se enfrenta a las redes sociales, a los videos y a los memes, la información a través de las letras exige más concentración, no entrega la esencia de una vez, enseña a imaginar, a concentrarse y compenetrarse con mundos diferentes.
La lectura comprensiva constituye un valor precioso, ya que sin ella nos privamos no solo de un océano de conocimientos, sino de la profundidad del razonamiento.
La autora es académica y profesora
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