Quién dirá los males de la rima
La Prensa | Opinión | La Voz de la Academia | 10 de agosto de 2023
Por Martín Jamieson Villiers
Paul Verlaine, en su celebérrima Arte Poética apostrofó con la pregunta que encabeza estas líneas: “¿Quién dirá los males de la rima?”. En algunas literaturas (la latina o la anglosajona tradicional, por ejemplo) no se recurre a la rima, aunque se encuentra instalada en varias costumbres poéticas y hasta en la prosa rimada, ésta valorada en árabe, chino o hebreo, entre otras lenguas. En vez de rimar se opta por procedimientos como la aliteración, la anáfora, el ritmo, etc.
Algunas palabras se demuestran refractarias a la rima y de ahí surge el concepto de rima difícil, opuesto al de rima fácil. En español se hace rima fácil con las muchas palabras terminadas en -on (canción/don/salón), los verbos en infinitivo (cantar/llorar/plantar), los gerundios (amando/conservando, pidiendo/queriendo), etc., por lo que los preceptistas desaconsejan cargar los poemas con estos tipos. Cuando son difíciles, el lector se sorprende ante cómo se ha logrado encorsetar el pensamiento sin que las rimas se sientan forzadas.
Las palabras que no tienen con las cuales rimar no constituyen patrimonio exclusivo de ninguna lengua. En inglés se dice ejemplar y escolarmente que la palabra orange carece de rima; pero para desmentirlo el conocido rapero Eminem le inventó un rap con diferentes rimas, un tanto traídas de los pelos, es cierto. (Aceptemos que lo suyo no es exactamente poesía). Se han señalado otras palabras (acrid, bulb, circus, dangerous, false…) con las que no se rima.
En francés sucede algo parecido: abrupt, larve, simple, meurtre, perdre… están listadas como sin rima. Con mucho esfuerzo y haciendo permutaciones, mutilaciones u otras modificaciones se puede hacer que las rimas entren en un lecho de Procusto, como lo sugerido y hecho por Eminem. (O lo de Fray Luis de León: “Y mientras miserable-/mente se están los otros abrazando/con sed insacïable/del no durable mando,/tendido yo a la sombra esté cantando”, donde una rima interna con durable encubre astucia lírica).
Es cierto: hay palabras para las que la rima se presenta evasiva. En español, las esdrújulas son las que primero vienen a la mente, porque se oponen a la rima consonante, aunque se rindan a la asonancia: pérgola, tríptico… difícilmente riman en vocales y consonantes. Pero en “Cuando tu boca diga adiós/y vuelva a caer de bruces mi alma/tendré un rostro tan sumiso/que no precise de la máscara” (de Elsie Alvarado de Ricord, quien declaraba que prefería la rima fácil a la difícil) riman alma y máscara. En la métrica la sílaba intermedia de la esdrújula no cuenta, y quedan asonantes las dos sílabas con a.
He aquí más ejemplos de rima difícil que no recurren a la asonancia: “El cabalista que ofició de numen/a la vasta criatura apodó Golem;/estas verdades las refiere Scholem/en un docto lugar de su volumen” escribió Jorge Luis Borges en El Golem, poema por el que quería ser recordado.
Y hay una ligera y breve poesía en la que Manuel Mujica Láinez logró acertar risueñamente con la rima difícil haciendo una especie de etopeya de su coterránea, Alejandra Pizarnik, poetisa argentina importante. En un despliegue de talento el escritor versificó: “Como el buzo en su escafandra/Y el maniático en su tic,/Me refugio en ti, Alejandra/Pizarnik./¡Oh, tú, ligera balandra,/Oh, literario pic-nic,/Con tu aire de salamandra/Modelada por Lalique!/Oh Alejandra,/Oh mi Casandra/Chic.”
El uso del tú en vez del vos argentino habitual, la mención sicológica, a la mitología griega, al costoso vidrio francés y la rima difícil ponen en primer plano la habilidad poética y el acervo cultural del autor.
El autor es investigador lingüístico y literario y profesor de idiomas.
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